Cuando heredamos una vivienda, entramos en un momento de emociones encontradas, ilusión, responsabilidad y, a menudo, muchas dudas. ¿Qué hacer con esa casa que, de repente, llega a nuestras manos? ¿Es mejor conservarla y adaptarla a nuestros tiempos o tirarla abajo y empezar de cero? Cada vez son menos las personas que dejan a un lado la idea de que una casa antigua no tiene oportunidades de convertirse en un nuevo hogar, y al mismo tiempo, son más los expertos que coinciden en que la rehabilitación es la opción más sensata, especialmente cuando se trata de casas con historia, encanto y buenos cimientos.

Reformar una casa heredada permite aprovechar sus puntos fuertes y adaptarla a las necesidades actuales. Además, las reformas ofrecen la posibilidad de redistribuir espacios a nuestro gusto (siempre que sea posible), mejorar la eficiencia energética y modernizar las instalaciones, a menudo con un coste menor que las nuevas construcciones. 

En este sentido, la arquitecta Silvia Cortés, de Quercus ILEX Arquitectura, lanza un mensaje claro a través de sus redes sociales: antes de construir, valora rehabilitar. En su cuenta de Instagram, Silvia plantea la siguiente reflexión: "¿Qué piensas hacer con esa casa que acabas de heredar? Si estás pensando en rehabilitarla o construir una desde cero, déjame contarte por qué conservarla es la mejor opción". 

Por qué conservarla es la mejor opción, según la arquitecta Silvia Cortés

Silvia Cortés defiende la rehabilitación de viviendas antiguas no solo por motivos económicos, sino por razones mucho más profundas. "En primer lugar, por su esencia", explica. "Esos muros de piedra han resistido el paso del tiempo y además regulan muy bien la temperatura, manteniendo el frescor en verano y el calor en invierno". Se trata de un valor arquitectónico que, según la experta, es imposible de replicar en las construcciones nuevas.

Además, destaca la ventaja de la ubicación. "Normalmente, estas casas suelen estar dentro del pueblo, con vida, servicios y vecinos cerca. Nada de empezar de nuevo en un solar a las afueras", apunta la arquitecta. Frente al aislamiento de muchas promociones modernas, las viviendas heredadas suelen estar en enclaves privilegiados y conectados.

Por último, Silvia recuerda el ahorro que supone rehabilitar frente a construir: "Al no tener que hacer una estructura nueva, reduces costes y evitas imprevistos. Rehabilitar siempre es mucho más eficiente y sostenible". Para ella, estas casas "tienen mucha historia y todavía pueden tener mucho futuro", si sabemos valorarlas y darles una nueva vida.

 

5 casas antiguas rehabilitadas en las que puedes inspirarte

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